sábado, 10 de marzo de 2012

" No hay ojo inocente (...)"

El ojo llega a su ejercicio y a su obra cargado de un "saber" (...)
Dicho de otro modo: en la mirada inmediata ya se cuelan, desde siempre poderosos prejuicios,
en su sentido etimológico, más que moral, de orden personal, histórico y cultural"